


Descubrieron 85 lagos subglaciales en la Antártida: su posible impacto en el nivel del mar
Actualidad22/09/2025




El hallazgo de 85 lagos subglaciales previamente desconocidos bajo la vasta capa de hielo de la Antártida ha transformado la comprensión científica sobre la dinámica oculta de este continente y su posible influencia en el aumento del nivel del mar.


Este avance, logrado gracias a una década de observaciones del satélite CryoSat de la Agencia Espacial Europea (ESA), eleva a 231 el número total de lagos subglaciales activos identificados en la región, según la investigación publicada en Nature Communications.
La importancia de estos lagos radica en su papel en la estructura y el movimiento de la masa de hielo antártica.
Los lagos subglaciales se llenan y vacían de manera cíclica, lo que afecta directamente la estabilidad de los glaciares y, por extensión, el comportamiento del nivel del mar a escala planetaria, de acuerdo con los científicos. El estudio también permitió identificar cinco redes interconectadas de lagos subglaciales y nuevas vías de drenaje bajo la capa de hielo, lo que revela una complejidad hidrológica mucho mayor de la que se había estimado.
Sally Wilson, autora principal del estudio y doctoranda en la Universidad de Leeds, explicó que el conocimiento sobre estos lagos y el flujo de agua subglacial sigue siendo limitado debido a la dificultad de observar procesos que ocurren bajo cientos de metros de hielo. Wilson detalló que, antes de este trabajo, solo se habían documentado 36 ciclos completos de llenado y vaciado de lagos subglaciales en todo el mundo.
El nuevo análisis permitió identificar 12 eventos adicionales, elevando el total global a 48. Según Wilson, “es increíblemente difícil observar eventos de llenado y vaciado de lagos subglaciales en estas condiciones, especialmente porque tardan varios meses o incluso años en llenarse y vaciarse. Antes de nuestro estudio, solo se habían observado 36 ciclos completos en todo el mundo, desde el inicio del llenado subglacial hasta el final del vaciado. Observamos 12 eventos más de llenado y vaciado completos, lo que eleva el total a 48”.
El papel de los satélites ha sido fundamental para este avance. El satélite CryoSat, lanzado en 2010 como parte del programa FutureEO de la ESA, está equipado con un altímetro radar capaz de detectar variaciones mínimas en la altura de la superficie del hielo y medir la altura del mar.
Entre 2010 y 2020, CryoSat proporcionó datos que permitieron a los investigadores detectar cambios localizados en la altura de la superficie helada de la Antártida, asociados a los ciclos de llenado y vaciado de los lagos subglaciales. Esta información posibilitó la cartografía precisa de estos lagos y el seguimiento de su evolución temporal.
La palabra de los autores
La coautora del estudio, Anna Hogg, profesora en la Universidad de Leeds, destacó la naturaleza dinámica de estos sistemas: “Fue fascinante descubrir que las áreas de los lagos subglaciales pueden cambiar durante diferentes ciclos de llenado o vaciado. Esto demuestra que la hidrología subglacial antártica es mucho más dinámica de lo que se creía, por lo que debemos seguir monitoreando estos lagos a medida que evolucionan en el futuro”.
Wilson subrayó la relevancia de estas observaciones para comprender la dinámica estructural de las capas de hielo y su interacción con el océano circundante. “Los modelos numéricos que utilizamos actualmente para proyectar la contribución de capas de hielo completas al aumento del nivel del mar no incluyen la hidrología subglacial. Estos nuevos conjuntos de datos sobre la ubicación, la extensión y las series temporales de cambio de los lagos subglaciales se utilizarán para profundizar nuestra comprensión de los procesos que impulsan el flujo de agua bajo la Antártida”, afirmó.
Martin Wearing, coordinador del Clúster de Ciencias Polares de la ESA, resaltó el valor de los datos obtenidos: “Esta investigación demuestra una vez más la importancia de los datos de la misión CryoSat para mejorar nuestra comprensión de las regiones polares y, en particular, de la dinámica de las capas de hielo. Cuanto mejor comprendamos los complejos procesos que afectan a la capa de hielo antártica, incluido el flujo de agua de deshielo en su base, con mayor precisión podremos proyectar la magnitud del futuro aumento del nivel del mar”.
Según los autores, la formación de los lagos subglaciales se debe al calor geotérmico del lecho rocoso y al calor generado por la fricción cuando el hielo se desliza sobre él. El agua de deshielo resultante puede acumularse y drenar periódicamente, lo que reduce la fricción entre el hielo y el lecho rocoso y facilita el desplazamiento del hielo hacia el océano. No todos los lagos subglaciales son activos; muchos permanecen estables, sin evidencia de ciclos de llenado o vaciado.
El mayor de estos lagos es el lago Vostok, situado bajo la capa de hielo de la Antártida Oriental, con un volumen estimado entre 5.000 y 65.000 km³ de agua bajo 4 km de hielo. La cantidad de agua en el lago Vostok sería suficiente para llenar el Gran Cañón y desbordarlo al menos un 25%. Aunque se considera estable, un vaciado de este lago podría afectar la estabilidad de la capa de hielo antártica, la circulación oceánica y los hábitats marinos, además de incidir en el nivel global del mar.
El monitoreo de los ciclos de llenado y drenaje de los lagos subglaciales proporciona datos esenciales para los modelos climáticos y de la capa de hielo.
Estos datos permiten a los científicos analizar las interacciones entre la capa de hielo, el lecho rocoso, el océano y la atmósfera, aspectos clave para anticipar la estabilidad futura de las capas de hielo. Wilson enfatizó: “La hidrología subglacial es una pieza faltante en muchos modelos de las capas de hielo. Al mapear dónde y cuándo estos lagos están activos, podemos empezar a cuantificar su impacto en la dinámica del hielo y mejorar las proyecciones del futuro aumento del nivel del mar”.













