Reforma laboral: el nuevo proyecto limita la huelga y pone a Hugo Moyano contra las cuerdas

El pulso entre el Gobierno y el sindicalismo escaló con la presentación de la versión final de la reforma laboral. La iniciativa contiene una estocada de último momento que golpea directamente la capacidad de presión de Hugo Moyano, ya que el Ejecutivo incluyó el servicio de recolección de residuos en el catálogo de actividades esenciales. Esta movida estratégica restringe el derecho de huelga y coloca al líder camionero en una encrucijada, ya que la paralización total de ese servicio, herramienta histórica de su sindicato, quedará ahora legalmente limitada.

De concretarse su aprobación en el Congreso, esta modificación será un jaque mate legal: el Sindicato de Camioneros quedará forzado a mantener un 75% de servicios mínimos durante cualquier paro. Se trata de una barrera inédita que condicionará drásticamente el impacto de las huelgas, vaciando de presión a una de las herramientas más efectivas del gremio. El proyecto no es del todo nuevo, sino que rescata y amplía un artículo ya intentado en normativas previas, como el DNU 70 y el decreto 340, que terminaron siendo frenados por la Justicia.

Los dos puntos que afectan al liderazgo sindical
La iniciativa apunta a dos pilares fundamentales de la metodología de protesta utilizada históricamente por el gremialismo y la facción de Hugo Moyano. Por un lado, se establece la Restricción de la Huelga: al incluir la recolección de residuos como servicio esencial, se impide la paralización total de la actividad, dado que el proyecto establece que, en estos servicios, "en ningún caso se podrá negociar o imponer a las partes una cobertura menor al 75% de la prestación normal del servicio".

Por otro lado, introduce la Penalización de Bloqueos: el texto considera infracción muy grave el "provocar, y/o instar y/u organizar el bloqueo o tomar un establecimiento". Este cambio es crucial, pues al sumar las palabras "instar" y "organizar", la ley permite responsabilizar y sancionar directamente a las cúpulas sindicales, no solo a los ejecutores, lo que desalentará la práctica de bloqueos contra empresas.

El escenario político
La lista de servicios considerados esenciales con el requisito del 75% de cobertura mínima también incluye sectores clave como los servicios sanitarios, la distribución de energía y gas, las telecomunicaciones y la educación.

El proyecto de reforma laboral eleva el nivel de conflicto entre el Gobierno y la cúpula de la CGT. Si bien el Gobierno hizo algunas concesiones en otros puntos del texto, el agregado de la recolección de residuos y la penalización a los bloqueos son vistos como un ataque frontal a la capacidad de presión de líderes sindicales como Hugo Moyano.

El texto de la reforma deberá ahora avanzar en el Congreso, donde se espera una fuerte oposición. La figura del sindicalista está bajo escrutinio por las nuevas limitaciones.