“La liga de gobernadores patagónicos está más unida que nunca. Todos estamos de acuerdo con la instalación de la planta de GNL en Río Negro. No hay ninguna diferencia entre nosotros más allá de los distintos posicionamientos políticos que podamos tener”, dijo en las últimas horas el gobernador de Chubut, Ignacio Torres. El mandatario chubutense dialogó con el diario Río Negro, de la provincia homónima.
En un adelanto a ese medio, “Nacho” Torres confirmó que los gobernadores patagónicos, entre los cuales se encuentra el pampeano Sergio Ziliotto, tendrán un próximo encuentro que se realizará en Santa Cruz. “La fecha la vamos a definir a fin de este mes”, agregó el joven mandatario del PRO.
El artículo del medio rionegrino mencionó que “las dudas sobre las posibles diferencias en el bloque de gobernadores de la región surgieron después de que el mandatario de La Pampa, Sergio Ziliotto, mantuviera algunas diferencias internas en su provincia por su cercanía con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el silencio que respecto a la obra de GNL guarda Gustavo Melella, de Tierra del Fuego. Ambos cercanos al kirchnerismo”.
Las “diferencias internas” surgieron en La Pampa esta semana cuando el ex gobernador Carlos Verna salió a celebrar que la planta de GNL que construirán YPF y Petronás no se construirá en la zona portuaria de Bahía Blanca. “La Pampa nunca va a ser el patio trasero de la provincia de Buenos Aires”, escribió el piquense, quien luego mantuvo un contrapunto con el presidente de la bancada del PJ en la Legislatura, Espartaco Marín.
Ziliotto no se manifestó sobre los dichos de Verna, como tampoco lo hizo respecto de la elección de Río Negro sobre la provincia que gobierna Axel Kicillof. Con este último mantiene una buena relación -ambos son fervientes opositores al gobierno de Javier Milei- que el mes pasado llevó al bonaerense a visitar La Pampa para firmar una serie de convenios.
“Nosotros defendemos los intereses de la región como antes nunca sucedió, lo tenemos bien claro”, le dijo Torres al diario Río Negro. Y añadió algo más: “Todos los gobernadores tuvimos una conversación por zoom donde manifestamos abiertamente nuestro acompañamiento a Río Negro”.
Cabe recordar que desde YPF y Petronás -la petrolera de Malasia- comunicaron días atrás que la decisión se elegir la ciudad de Sierra Grande por sobre la de Bahía Blanca se basó en cinco ejes de carácter técnico: menor longitud de los gasoductos necesarios para transportar el gas natural desde Vaca Muerta; existencia de una mayor profundidad marítima que disminuye la necesidad de dragar para lograr el calado para la operación de los buques previstos; amplia disponibilidad de terrenos y las bajas interferencias con otras actividades sociales y económicas; posibilidad de contar con una operación portuaria dedicada; y sinergia con el desarrollo de infraestructura local con el proyecto del Oleoducto Vaca Muerta Sur.
Las petroleras también destacaron que la provincia de Río Negro ofreció las condiciones regulatorias y fiscales necesarias para el desarrollo del proyecto. Ese punto hace referencia a la adhesión de la provincia patagónica al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), al cual Buenos Aires no adhirió.
Kicillof, sin embargo, no cree que hayan primado las cuestiones técnicas, pues considera que la decisión tuvo una clara injerencia política por parte de la Casa Rosada. El miércoles, en conferencia de prensa, el gobernador bonaerense habló de una “una venganza” del presidente Javier Milei por haber perdido las elecciones en la Provincia, y remarcó que el presidente de YPF le confirmó que la elección por Río Negro nada tuvo que ver con la adhesión al RIGI.