Los directivos de la empresa Textil Río Grande, participaron de una última audiencia virtual ante el Ministerio de Trabajo, donde ratificaron la decisión de no reabrir la planta de Río Grande y desvincular a los operarios que aún están en relación de dependencia y que, hasta el momento, decidieron no adherir al plan de retiro voluntario.
La patronal comunicó ante la cartera laboral que por estas horas se harán las notificaciones a cada uno de los trabajadores sobre la decisión de la desvinculación con la empresa, para lo cual ofrece el pago de las indemnizaciones, pero a valores correspondientes a noviembre, sin la actualización paritaria de este año y en cuotas. Esto es rechazado por la AOT (Asociación Obrera Textil), gremio que representa a los operarios.
La empresa también recordó, en la audiencia realizada en Trabajo, que está vigente el retiro voluntario, el cual consiste en abonar la indemnización con una quita del hasta el 40%, ofreciendo también el pago en cuotas de esos salarios. Varios de los trabajadores ya accedieron a esa medida, quedando aún 35 trabajadores que deben optar por otra salida.
Tras concluida la audiencia, el Ministerio de Trabajo comunicó que las partes quedarán liberadas de adoptar las acciones que estimen. Así, en el caso de aquellos operarios que no acepten las reglas que dispuso la patronal, podrán optar por recurrir a la justicia para exigir lo que les corresponde por la desvinculación laboral.
Cabe indicar que la Textil Río Grande comenzó en el mes de noviembre con el período de suspensión a los trabajadores. En ese entonces se selló un acuerdo mediante el cual los empleados aceptaron recibir el pago de un 75% de su sueldo neto, a cambio de que no se produzcan despidos. Desde ese mes la empresa respetó lo acordado y solicitó varias prorrogas para mantener las suspensiones. La última venció a fines de julio.
Este mes, en una de las primeras audiencias realizada en el Ministerio de Trabajo, la apoderada de la fábrica Textil Río Grande y el abogado, comunicaron oficialmente que la empresa no podrá afrontar este mes el pago de los salarios a sus operarios. Y, la semana pasada, anunció que no está en condiciones de reabrir la planta de Río Grande.
Desde esta semana, se suman alrededor de 40 trabajadores a la tasa de desocupación de Río Grande, en la rama textil, una de las más afectadas por la actual política de apertura de importaciones.