Tierra del Fuego: Megaindustria: Chile también advierte sobre impacto de las salmoneras

Juan Carlos Cárdenas, director de la ONG chilena Ecoceanos, expuso la situación que atraviesa el país trasandino en relación a la industria salmonera y puso énfasis en las consecuencias negativas de su desarrollo.

En primer lugar señaló que “la expansión de la mega industria salmonera transnacional en la Patagonia hay que entenderla dentro de un contexto geopolítico. No es solamente producción de salmón, tiene una gran cantidad de consecuencias, entre ellas geopolíticas, y un hecho clave que es el área de expansión futura de esta industria a nivel internacional que va a ser la Patagonia tanto chilena como argentina”.

“En Chile estamos muy preocupados de este intento de expansión territorial de esta industria en territorio argentino porque significa un incremento potencial de la tensión regional en una zona prístina y donde ya existe una serie de factores que, a mediano y largo plazo, van a generar presiones porque muchos de los actores salmoneros tienen intereses en el área patagónica y también en el área antártica y en el área de conexión entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico”, evaluó.

El ambientalista remarcó que estamos hablando de una mega industria que tiene componentes políticos, económicos, sociales y ambientales y que está compuesta por una fuerte presencia de capitales noruegos, ingleses, daneses; también chinos, españoles y alemanes.

Cárdenas subrayó que “esta industria está hecha fundamentalmente para la exportación y no tiene ninguna vinculación con la alimentación nacional”. Esto se evidencia en Chile, segundo productor mundial de salmones, donde más del 80 por ciento de la producción se destina a los mercados internacionales, principalmente Estados Unidos, Japón y países de la Unión Europea.

El entrevistado hizo hincapié en que esta megaindustria “es una actividad no sustentable” que, durante estos 30 años de expansión en Chile, “tuvo un crecimiento del 3600 por ciento”. Al mismo tiempo recalcó que esto “ha ocurrido por una desregulación normativa y por corrupción de autoridades nacionales y regionales”.

Según datos proporcionados por el entrevistado, Chile pasó de 170.000 toneladas en 2019 a más de un millón de toneladas en 2024 y eso ha tenido un devastador impacto sobre los ecosistemas costeros especialmente en la región del archipiélago de Chiloé, Aysén y Magallanes. “Esta es una industria que es un gigante desde el punto de vista productivo exportador y generador de divisas pero es un enano desde el punto de vista de sus estándares sanitarios, ambientales, de derechos humanos y de la situación de seguridad laboral”, puntualizó en este sentido.

“Recientemente el relator de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente vino a Chile, hizo una investigación y le hizo una propuesta al presidente Boris de que establezca una moratoria sobre la actual expansión de la industria salmonera en nuestro país hasta que haya más estudios y se puedan aplicarse regulaciones eficientes”, comentó Cárdenas para graficar la gravedad de la situación.

Por último, manifestó que “las comunidades de Patagonia en Chile están luchando fuertemente para detener el proceso de expansión porque la propuesta hoy día de esta industria, en el lado chileno de la Patagonia, es duplicar su producción hacia el año 2032 y 2050 alcanzando los dos millones de toneladas anuales y eso obviamente va en función de los intereses de estas grandes empresas trasnacionales especialmente noruegas”. Agregó que para llevar adelante el proceso de expansión “necesitan tener la apertura de lado argentino” y para eso “hacen alianzas los daneses con los ingleses”.