


Murió Clark Olofsson, uno de los criminales que "inventó" el Síndrome de Estocolmo
Actualidad29/06/2025




En las últimas horas, confirmaron el fallecimiento de Clark Olofsson, reconocido delincuente nacido en Suecia y que saltó a la fama por un robo en particular que sirvió para darle nombre al Síndrome de Estocolmo. El episodio ocurrió en 1973, cuando tomaron distintos rehenes en una sucursal bancaria en la plaza de Norrmalmstorg.


Olofsson fue el perpetrador del robo junto a su compañero Jan-Erik Olsson. Ambos saltaron a la fama porque inventaron un nuevo concepto en la salud mental. Lo curioso es que, originalmente, Olsson iba a ser el único en cometer este robo, pero una vez que ingresó y redujo a los oficiales, pidió que Olofsson se una a él. Así comenzaba el día que iba a quedar en la historia como el nacimiento del Síndrome de Estocolmo.
Olsson conocía a Olofsson, ya que habían sido compañeros de celda, y la policía cumplió con estas primeras demandas. Sin embargo, más allá de todo este extraño inicio del delito, lo que quedó marcado en la historia fue la actitud de la rehén Kristin Enmark. Ella fue elegida por los perpetradores para que sea la vocera de los captores y, durante el robo, habló con el primer ministro Olof Palme, adoptando una postura a favor de los captores.
Durante el incidente de 1973, Enmark cuestionó el accionar policial y defendió a rajatabla a Olsson y Olofsson, en lo que aparentaba ser una muestra de afecto hacia ellos. Se llegó a creer que ella era parte de la banda delictiva, pero luego se descubrió que esto no era así. La situación dejó a todos perplejos por este extraño trastorno psicológico que parecía tener su primer episodio conocido en ese momento.
Hay varios documentales que hablan de esto al respecto, pero lo cierto es que ambos ladrones y esta rehén quedaron en la historia por dar fama al Síndrome de Estocolmo, que hoy en día parece ser moneda corriente en la sociedad, ya que la mayoría sabe de qué se trata.
El triste desenlace del primer ministro Olof Palme
Justamente el primer ministro Olof Palme, quien habló con la mujer en cuestión, tuvo un trágico final en 1986, en el que dejó su cargo como funcionario. En un momento de tensión en Suecia, mientras él volvía a su casa desde el cine junto a su mujer y sin guardaespaldas, un hombre les disparó a quemarropa.
Lo curioso es que, hasta el día de hoy, han pasado 39 años y jamás se ha conocido el verdadero nombre del asaltante, que no fue detenido en ningún momento. Muchos apuntaban a grupos de ultraderecha, pero jamás se tuvo certezas de quién perpetró el magnicidio.

















