La planta industrial de Canale que funcionaba en la localidad mendocina Real del Padre, cerca de San Rafael, cerró el viernes pasado y despidió a todo su personal. La noticia fue difundida por el delegado distrital Ramón Angel Pérez, quien confirmó las desvinculaciones: “despidieron a 22 empleados efectivos y 16 temporarios: después de 80 años en Real del Padre cierra Canale”, dijo el referente gremial.
Detrás suyo, salió el intendente de San Rafael, Omar Félix: “Primer efecto de ‘reactivación económica’ luego de aprobar la Ley Bases, cierre definitivo de la planta fabril de Canale en Real del Padre, 38 empleados despedidos. Sin palabras”, publicó en su perfil de X.
En rigor de verdad, la crisis económica actual fue el tiro de gracia para una situación complicada que la fábrica de conservas arrastraba desde hace más de una década, proceso que incluyó un concurso de acreedores y un salvataje del gobierno nacional para que continuara su actividad.
Esta planta mendocina había sido fundada en 1942 para la producción y envasado de tomate en conservas, y en años posteriores fue expandiendo su actividad con la elaboración de conservas de pimiento y durazno y dulces, mermeladas y secado de frutas. En 2010 se declaró en concurso de acreedores y el Estado nacional le otorgó un aporte de 150 millones de pesos para que pudiera seguir produciendo. Sin embargo, en 2016 la compañía declaró la quiebra y dos años después la planta fue adquirida por Dulcor. En 2019 pasó a manos de Ava SA, la firma que ahora decidió cerrarla.
Real del Padre esa una pequeña población de 6.500 habitantes, donde el cierre de la histórica planta provocó una gran conmoción. En declaraciones al diario Mendoza Post, el gerente financiero de la empresa, Pablo Lambert, argumentó que el cierre es “parte de un proceso de reestructuración” y explicó que la producción se trasladará a la planta fabril ubicada en Ugarteche, Luján de Cuyo. En la planta sanrafaelina solo quedaron unos pocos operarios encargados de desarmar las instalaciones.
Sin embargo, sus explicaciones no consuelan a esta pequeña localidad que con el cierre de la fábrica perdió una parte fundamental de su historia y cultura.