Santa Cruz: La temporada del langostino llegó, prácticamente, a su punto final

Santa Cruz20/09/2024
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La temporada de pesca del langostino ha llegado a su fin, cerrándose todas las subáreas debido a la alta presencia de merluza como especie acompañante. Esta decisión llevó a que los barcos de la flota langostinera debieran regresar a puerto.

A pesar de que las capturas de langostino congelado han sido excelentes en términos de volumen y calidad, los precios han disminuido significativamente hacia el final de la zafra. Y aunque actualmente hay un buen stock tanto en Argentina como en Europa, la anticipación de que esta interrupción en la pesca pueda ayudar a estabilizar y elevar los precios es un interrogante que varios se hacen.

En una entrevista de la Revista Puerto con Buenaventura Lafuente, CEO de Estrella Patagónica, se discutió el estado del sector. Lafuente destacó que a pesar de la buena producción, los precios del langostino no han logrado defenderse adecuadamente, arrastrando así a una disminución en los costos.

La competencia con el langostino vannamei ha influido en los precios y en la percepción de calidad del mercado. Lafuente también enfatizó que no sólo se trata de la producción, sino de la necesidad de mejorar la competitividad del producto argentino. Hay una sensibilidad al precio en los mercados internacionales, lo que implica que el sector necesita ser más astuto en cómo se presenta su producto y en qué mercados se enfoca.

De esta forma, el empresario señaló que aunque la oferta del langostino se ha estabilizado, estabilizar la demanda es un desafío, dado que depende del “humor” de los compradores. La temporada ha tenido un impacto positivo en la demanda, pero la incertidumbre sobre el futuro persiste.

Lafuente también hizo hincapié en los obstáculos internos, como los derechos de exportación y las distancias a puerto, que afectan la competitividad: “Lo cierto es que tenemos muchos problemas para competir por lo que pagamos y porque además estamos lejos, eso se traduce en una competencia deficiente, tenemos que trabajar mucho para ponernos a nivel”, aseguró.

Sobre la diversificación de la industria que puede complicar la generación de un valor unificado y consistente para el producto, admitió que “hay mercados que prefieren el vannamei, pero hay otros que saben saborear nuestro langostino, como Japón y Europa, esos son los mercados que tenemos de defender“.

Respecto a la relación entre el sector pesquero y las autoridades gubernamentales, el empresario señaló que muchas de las necesidades del sector podrían beneficiarse de un apoyo más estratégico, aunque en el momento actual no se considera el momento adecuado para solicitarlo. Las discusiones sobre la contribución del sector pesquero al desarrollo económico han sido constantes, pero el avance para resolver problemas y mejorar la competitividad parece ser un camino más complejo de lo que debería ser.

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