Después de que se haya dictado la ley marcial la semana pasada, Corea del Sur vive una realidad muy distinta a la que está acostumbrada. El hostigamiento entre la política oficialista y la opositora cada vez es mayor, siendo que buscan la destitución del mandatario Yoon Suk-yeol.
Después de tumbar la ley marcial, los políticos que están en contra del Gobierno actual del país asiático buscaron que sea destituido sin lograrlo, por un rol clave que realizaron los oficialistas. Sin embargo, la Justicia no descansa y en las últimas horas allanaron el despacho presidencial de Corea del Sur en búsqueda de aclarar la situación de Suk-yeol.
"El Equipo Especial de Investigación condujo un allanamiento en la oficina presidencial, la Agencia Nacional de Policía, la Agenda de la Policía Metropolitana de Seúl y el Servicio de Seguridad de la Asamblea Nacional", comunicaron de manera oficial. Además, el jefe de Estado tiene una prohibición vigente de abandonar el país, ya que está siendo investigado.
La acusación que está sobre la espalda de Yoon, presidente de Corea del Sur, es por insurrección y abuso de autoridad para obstruir el ejercicio de los derechos. No hay que olvidar que posteriormente a dictar la ley marcial, militares llegaron al parlamento en lo que habría sido un intento para que los legisladores opositores no reviertan el fallo.
Cabe recordar que el temor de los surcoreanos oficialistas para dictar esta ley tiene que ver con que habrían tenido información en el que demostraba una cierta relación entre la oposición y el régimen de Corea del Norte. Esa es la excusa que Suk-yeol le dijo al pueblo a la hora de tomar esta drástica decisión.
Mientras buscan el juicio político, también hay otros actores políticos bajo la lupa judicial y, en ese sentido, mandaron a detener a Kim Yong-hyun, exministro de Defensa. No obstante, se encontraron con una situación dantesca al llegar, debido a que habría intentado suicidarse antes de que lleguen los oficiales.
De todos modos, afortunadamente, no logró cumplir con ese objetivo y fue puesto a disposición de la justicia a la espera de otras instrucciones.