Sancor, una de las principales empresas de lácteos en el país, ha tenido una crisis económica prolongada, lo que ha afectado a cientos de trabajadores. Este jueves, al menos 500 de ellos, recibieron cartas de despido.
A pesar de los esfuerzos de la compañía, no ha logrado recuperar su ritmo de producción, lo que obliga a Sancor a realizar una restructuración en la planta que contaba con 1.300 empleados.
Antes de la crisis, Sancor procesaba más de tres millones de litros de leche por día en 14 plantas industriales, pero hoy esa cifra apenas ronda los 200.000 litros por día en seis plantas.
La crisis económica obligó a la empresa a eliminar varios de sus productos más emblemáticos, pero sin ser suficiente, también empezó a despedir a sus empleados, por lo que parece que la firma habría alcanzado un punto de no retorno.
Mediante cartas, los trabajadores reciben la notificación de la terminación de sus contratos, la cual, según aseguran, se debe a “razones de fuerza mayor”,
Según trascendió, en los últimos meses la empresa estaba "fraccionando" el pago de salarios, además había muchos empleados bajo la modalidad de "jornada libre", cobrando solo el 70 % del sueldo.
Con estas nuevas medidas, la compañía habría dado inicio a nueva etapa en la que buscará recuperar su viabilidad financiera y económica para evitar decisiones más drásticas a futuro.
Sancor adeuda unos $2.500 millones
Una de las razones que tiene a la empresa ad portas del cierre son las deudas que mantiene. Con una producción cada vez más escasa, la firma adeuda aproximadamente $2.500 millones.
La compañía debe millones en impuestos y a la Empresa Provincial de Energía de Santa Fe (EPE), quien podría hasta cortarle la electricidad. De no cancelar la deuda, también podría ser objeto de embargos e inhibiciones.
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