







Ucrania potenció su táctica bélica mediante una operación clandestina dirigida al puente de Crimea, un emblemático símbolo del dominio ruso sobre la península anexada en 2014. El Servicio de Seguridad del país (SBU) confirmó que se llevó a cabo una explosión submarina con más de mil kilogramos de explosivos en los soportes del puente, lo que provocó daños significativos en la estructura y obligó a suspender el tráfico vehicular.


Este ataque se suma a la masiva “Operación Telaraña”, realizada dos días antes, en la que drones de la nación de Zelensky impactaron contra al menos cuatro bases aéreas rusas desde Siberia hasta el Ártico. Más de 40 aeronaves, incluidos bombarderos estratégicos como los Tu-95 y Tu-22M, resultaron destruidas o severamente dañadas, marcando el mayor golpe contra la aviación rusa desde el inicio del conflicto por parte de Ucrania.
Las bases aéreas de Belaya y Olenya fueron dos de los objetivos más afectados, según un análisis de imágenes satelitales y videos verificados por The New York Times. En Belaya, al menos siete bombarderos fueron destruidos, mientras que en Olenya, varios drones impactaron contra aviones Tu-95.
Ucrania y Rusia se han bombardeado mutuamente los últimos tres años y cuatro meses.
Mientras tanto, Moscú respondió con una ofensiva aérea masiva lanzando más de 470 drones y varios misiles durante la noche del domingo. Uno de los bombardeos impactó en una unidad de entrenamiento militar de Ucrania, provocando 12 muertos y al menos 60 heridos, lo que llevó a la renuncia del comandante de las fuerzas terrestres, Mykhailo Drapatyi.
Kiev dejó claro que no cederá en las conversaciones con Rusia si no se garantiza un alto el fuego total y el retorno de todos los prisioneros de guerra y niños deportados. Con ataques planificados durante más de un año y ejecutados en pleno corazón del territorio ruso, Ucrania busca reposicionarse con fuerza en el tablero internacional.
¿Qué costo le produjo Ucrania a Rusia?
Ucrania atacó el puente de Kerch, vital para el suministro de tropas rusas en Crimea, con más de una tonelada de explosivos bajo el agua. Este tercer ataque, preparado por meses por el SBU, subraya las vulnerabilidades de Rusia y es simbólicamente crucial para Ucrania en la guerra.
Además, el SBU llevó a cabo un exitoso ataque contra más de 40 aviones de combate rusos, ocultos en camiones de transporte civil, causando un daño material superior a los 7 mil millones de dólares. Este operativo de alto impacto fue preparado con gran meticulosidad y coordinación de los servicios secretos ucranianos.

















