Neuquén: Efecto licuación de salarios: oferta regional de pollos crece 15%

Neuquén 13/05/2024
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La producción de pollos en Patagonia Norte (región que comprende las Provincias de Río Negro y Neuquén) totalizó durante el año pasado las 40.125 toneladas. La cifra representa un incremento interanual del 11%, pero refleja un caída del 13% cuando se la compara con la media del período 2018-2022.
Así los confirman las recientes estadísticas difundidas por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en las que se detallan que sólo Río Negro, concentrando su oferta a través de la firma Pollolin, es la única Provincia que produce en toda Patagonia Norte. Por problemas de rentabilidad, las empresas de Neuquén cerraron sus persianas a partir de 2015.

La producción orientada al mercado interno lidera los destinos de la comercialización del producto. Durante 3023 poco más del 94% industrializado en la región se orientó a cubrir las necesidades del mercado interno. El restante 6% se colocó en los mercados externos. Una década atrás estas proporciones estaban distribuidas en un 88% y 12% respectivamente.

La industria rionegrina destino el año pasado al mercado interno 37.810 toneladas de pollos, volumen que muestra un crecimiento del 15% respecto de lo consolidados en 2022 pero una caída del 10% cuando se toma la media de comercialización de los últimos cinco años (2018-2022).

El coyuntural crecimiento interanual observado el año pasado se dio, fundamentalmente, por dos causas bien definidas:

- La destrucción del salario durante 2023, que determinó un cambio en el hábito del consumidor. Por un tema de precio, la demanda de pollo desplazó a la de carne vacuna en la canasta tradicional de compras de la famila.

- La apertura de los mercados externos, en agosto del año pasado, tras superar la pandemia de Influenza Aviar, permitió que gran parte de la oferta productiva del país volviera a sus tradicional es canales comerciales del exterior.

Pese a esta recuperación, las estadísticas marcan a las claras que la producción de pollos en 2023 sigue estando muy lejos de los niveles de 2016, año en que se acercaba a las 60.000 toneladas.

La industria local incorporó tecnología y diversificó su matriz de comercialización buscando así dar una salida a su estructura de costos e ingresos, pero las recurrentes crisis económicas que vivió el país en esta última década, sin dudas pudo más.

Diez años atrás, el 78% de la comercialización de pollos se concentraba en el animal entero. La introducción de tecnología en estos últimos años permitió incorporar una variedad de productos alternativos de pollos para el consumidor que se observan hoy en las góndolas de la mayor parte de los comercios y grandes superficies de la región. Este nuevo contexto llevó a que la participación del pollo entero bajara casi 20 punto porcentuales el año pasado, para ubicarse en el 57%.

¿Cuál es la causa del deterioro que está sufriendo la industria regional? Consultados distintos especialistas de la actividad, se pueden identificar al menos tres problemas.

-El ingreso de oferta del norte de la barrera. Si bien no hay estadísticas al respecto, fuentes de la industria confirman que en los últimos años creció en forma sensible la oferta de pollos proveniente del norte del río Colorado, fundamentalmente, de Entre Ríos, que llega con precios muy competitivos al mercado de la Patagonia.

-Aumento de costos que no se pueden trasladar al consumidor. En este punto, los costos de producción crecieron por encima de la inflación y los valores finales del producto no pudieron trasladarse a la góndola porque el salario del consumidor no los convalidaba. Esto generó importantes desequilibrios financieros en la empresa.

-Falta de líneas de crédito (con tasas y plazos ajustados a la industria) que permitan sostener los niveles de inversión que requiere la actividad para seguir siendo competitiva respecto de la industria ubicada al norte de la barrera.

Estas, entre otras secundarias, son las causas que están afectando la competitividad y el funcionamiento de la industria local. Y son, en gran parte, el reflejo de la tendencia que se observa en las estadísticas de esta última década.

Pero los temores también están puesto para este 2024. La pérdida de competitividad de las exportaciones argentinas por el retraso cambiario, está redefiniendo los canales de venta de la actividad. En promedio, el país exporta cerca de 270.000 toneladas de pollo hacia poco más de medio centenar de mercados. De no existir las condiciones necesarias, ese volumen que representa poco más del 11% del total de la producción de pollos, podría reorientarse al mercado interno generando aún más complicaciones a la industria local.

Eso sin mencionar que, con una ventaja competitiva cambiaria, Brasil redireccione su estrategia comercial hacia el mercado argentino. Eso sería demoledor para la industria local. Nuestra principal socio del Mercosur proyecta una producción para 2024 de poco más de 15,2 millones de toneladas de pollo -casi siete veces lo que produce la Argentina- y pronostica que las exportaciones alcanzarán las 5 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 4% con respecto a 2023. Números que salen fuera de toda escala.

Exportaciones de Patagonia Norte en baja
Las exportaciones regionales de pollos y sus derivados alcanzaron el año pasado las 2.335 toneladas, mostrando una caída interanual del orden del 37% y del 48% cuando se toma la media de exportaciones del período 2018-2022.

El pollo trozado concentro el 81% del total del comercio externo regional de este producto, seguido por las garras con un 11%. El Congo es el principal destino de la oferta exportable regional con compras por 594 toneladas, seguido en importancia por China con importaciones por 413 toneladas y, en tercer término, está Corea con compras por 405 toneladas.

Nota:https://masp.lmneuquen.com/

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