Javier Milei envió al Congreso un informe de avance del Presupuesto 2025 con una profundización del ajuste sobre las provincias, una confirmación de que caerá la recaudación impositiva y el anuncio de que no habrá obra pública nueva ni armonización de fondos para las cajas previsionales provinciales. Además estima que este una inflación interanual de entre 130 a 139 por ciento y un dólar oficial de 1.016 pesos para diciembre de 2024, y advierte que en 2025 buscará mantener el equilibrio fiscal, eliminar la intermediación para asistencia social y fortalecer las áreas de Defensa y Seguridad Interior.
El texto fue remitido ayer, luego del despliegue público ensayado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, cuando recibieron a varios gobernadores para ultimar detalles del Pacto de Mayo que pretenden firmar el 9 de Julio. Paradójicamente, luego de ese hacia los mandatarios provinciales, la Casa Rosada mandó un informe reivindicando una reducción del gasto salarial de 16 por ciento y advierte que se desmoronará la recaudación tributaria.
El informe sería una parada previa del proyecto de Presupuesto que el Poder Ejecutivo debe enviar antes del 15 de septiembre. En medio medio de una tormenta financiera el texto pronostica un dólar oficial de 1.016 pesos para diciembre, cuando las cotizaciones paralelas están arrinconando al gobierno y aumentan los reclamos de una devaluación.
En un PDF de 59 páginas, el gobierno reconoce que “las proyecciones de recursos totales del agregado subnacional mostrarían una contracción del 13,4% en términos reales”, en tanto que las “proyecciones para el ejercicio 2024 prevén un desmejoramiento del Resultado Financiero para el Consolidado de Jurisdicciones, producto de lo mencionado anteriormente” y admite que “este resultado empeoraría un 0,1%”, en relación al PBI.
Si bien informe considera que “las provincias podrían afrontar sin inconvenientes sus gastos operativos y de funcionamiento”, posteriormente estima que “los Recursos Totales no acompañarán en términos nominales la variación de precios, resultando particularmente afectados los Recursos de Origen Nacional” y pronostica una “caída significativa de las Transferencias provenientes del Estado Nacional”.
Según el gobierno, esta diferencia se justificaría con “una disminución del gasto salarial del 16,7%, con una política salarial que contemple rezagos con respecto a la evolución del índice de precios y una política de personal tendiente a limitar la expansión de la planta de agentes públicos”. Eso significa que la disminución sería por los despidos más que por una licuación del poder adquisitivo.
Respecto de la obra pública, Milei planea una “optimización” del Sistema Nacional de Inversiones Públicas, otorgando prioridad a las que “permitan estimular la formación de capital privado” pero sin obras públicas nuevas y contemplando solo la finalización de las que ya están en marcha. De todos modos, el proyecto menciona también aquellas que permita mejorar el empleo, la infraestructura exportadora o la balanza energética.