Un apoderado de la textil Barpla confirmó a los 35 trabajadores que tiene en su planta de personal efectiva, que se decidió el cierre definitivo de la planta que funciona en Río Grande, luego que los empresarios fracasaran en sus negociaciones con el gobierno nacional para seguir funcionando bajo los beneficios impositivos de la Ley 19.640.
Barpla, es una fábrica del rubro textil que se encuentra paralizada desde hace más de sesenta días, ante la falta de autorización de las autoridades nacionales para seguir con la producción, lo cual quedó ratificado en la última reunión de la Comisión para el Área Aduanera Especial.
El apoderado que mantuvo el encuentro con los operarios comunicó las condiciones en que serán desvinculados. En primer término, informó que la empresa respetará los acuerdos vigentes y garantizará el pago de salarios durante los 30 días de suspensión previos al cierre definitivo.
Después de eso, se formalizará la desvinculación de todos los trabajadores con la correspondiente indemnización. El cálculo de indemnizaciones se realizará según los términos del Convenio Colectivo de Trabajo, considerando el mejor sueldo de los últimos 12 meses e incluyendo vacaciones y aguinaldos.
La decisión comunicada por la empresa generó la reacción de la Asociación Obrera Textil), cuyo delegado, Germán Resquín, dijo que para la entidad sindical la prioridad para los trabajadores no es la indemnización, sino la recuperación de sus empleos "la plata no alcanza. No hay trabajo en la ciudad, y muchos compañeros llevan más de 20 años en la fábrica. Conseguir otro empleo es casi imposible".
Desde la entidad gremial indicaron que en Barpla, buscarán evitar que se produzca con los trabajadores despedidos, lo mismo que sucedió en la empresa Textil Río Grande, otra que decidió cerrar sus puertas en Río Grande y que adoptó la modalidad de proceder a acordar retiros voluntarios con sus operarios, para ahorrarse el pago de las indemnizaciones al 100%.
Desde la entidad sindical indicaron que el cierre de la planta que funciona en Río Grande no afectará las operaciones del dueño de la fábrica, quien se dedica a la importación y distribución de textiles en Buenos Aires, por lo tanto no debería tener dificultades para que se lo obligue a cumplir con las leyes laborales, en lo que respecta al reconocimiento y pago de las indemnizaciones.