La condena a Cristina Fernández de Kirchner ha resonado en la prensa internacional, destacando la gravedad de los cargos y las implicaciones políticas. Medios de todo el mundo han cubierto la noticia, subrayando la acusación de corrupción y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
The Washington Post tituló: "Un tribunal argentino mantiene la sentencia por corrupción contra la expresidenta Cristina Fernández", destacando su papel dominante en la política argentina y la relación con el empresario Lázaro Báez. Reuters también informó sobre la condena, enfatizando los cargos de corrupción relacionados con contratos de obra pública durante su presidencia.
En España, La Vanguardia publicó: "La justicia ratifica la pena de seis años de cárcel e inhabilitación perpetua a Cristina Kirchner", mencionando su intención de presentarse en las elecciones legislativas de 2025. El País fue más específico: "Un tribunal de apelaciones ratifica la condena a seis años de cárcel contra Cristina Fernández por corrupción", señalando que la expresidenta recurrirá la decisión ante la Corte Suprema.
Russia Today (RT) explicó a sus lectores que este es el fallo de segunda instancia que enfrenta la exmandataria, y que solo le queda la alternativa de apelar ante la Corte Suprema para tratar de revertir una sentencia histórica que complica su futuro político. En América Latina, El Universal de México tituló: "Argentina confirma condena de 6 años de cárcel a Cristina Fernández; es por caso de corrupción", y destacó la respuesta de Kirchner al revés judicial. O Globo de Brasil informó: "Tribunal argentino confirma condena de la expresidente Cristina Kirchner por corrupción", mencionando la condena inicial en 2022.
Infobae señaló que el fallo judicial ha empujado a Fernández aún más al centro de la escena política, donde se fortalece como la principal figura de oposición. La exmandataria ha denunciado una trama de "lawfare" en su contra, acusando a medios y jueces de estar vinculados con el expresidente Mauricio Macri2. Fernández asegura que no cometió delito alguno en la concesión de obras viales a firmas de Lázaro Báez durante su gobierno y el de su marido, Néstor Kirchner.
La Nación informó que la medida no implica que Fernández pierda su libertad o deba abstenerse de aspirar a un cargo público, ya que tiene previsto apelar el fallo ante la Corte Suprema. La exmandataria ha señalado que fue víctima de una persecución judicial orquestada por opositores para sacarla del escenario político3. En las inmediaciones del tribunal, militantes del kirchnerismo se manifestaron en contra de lo que consideran un ejemplo de "lawfare".
El Mundo destacó que la líder peronista fue condenada por negocios fraudulentos desde el Estado que implicaron el desvío de 1.000 millones de dólares. La ex presidenta aseguró que la persecución mediática-judicial tiene como objetivo principal castigar y dejar fuera del tablero político a los dirigentes que hacen y conducen gobiernos nacionales, democráticos y populares4.
En resumen, la prensa internacional ha reflejado la condena a Cristina Fernández de Kirchner como un caso significativo de corrupción, con implicaciones políticas profundas. La cobertura ha variado desde la descripción de los cargos y la sentencia, hasta las reacciones de la exmandataria y sus seguidores, subrayando la polarización y el impacto en la política argentina.
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