


Tierra del Fuego: Desde la UOCRA exigen la reactivación de obras en la provincia
Tierra del Fuego07/06/2025




La situación laboral en la industria de la construcción en Tierra del Fuego atraviesa uno de sus momentos más críticos. Desde la seccional local del gremio UOCRA advierten que la paralización de la obra pública ha generado un nivel de desempleo alarmante entre los trabajadores del sector.


Julio Ramírez, secretario general del sindicato, expresó con dureza la preocupación del gremio por la falta de actividad: "Las obras públicas están paradas totalmente, la verdad que es un desastre todo. La responsabilidad viene de la Nación, por eso no se está haciendo nada en la provincia, no se está moviendo nada", declaró en entrevista con Diario Provincia 23.
Según Ramírez, el impacto es profundo: “El municipio hace lo que puede en Río Grande y el Gobierno provincial no puede empezar una obra. La verdad, está todo parado, nadie hace nada, ninguno se preocupa por nada”, sostuvo, visiblemente molesto por la falta de respuestas políticas. Y agregó: “Los compañeros están cortando el pasto, tratando de hacer algo. Nadie se preocupa, la mayoría acá confiaba en este Gobierno y ahí está como nos pagaron”.
Desde el sector empresarial, el diagnóstico también es poco alentador. Daniel Wallner, representante de la Cámara de la Construcción de Tierra del Fuego, explicó que la actividad en la última temporada fue limitada y centrada casi exclusivamente en proyectos de viviendas que originalmente dependían de Nación, pero que fueron absorbidos por la administración provincial.
"Fue en lo único que se pudo trabajar, se retomaron las obras en septiembre y se trabajó en función de la disponibilidad presupuestaria del Instituto Provincial de la Vivienda", comentó. Además, precisó que “el IPV se hizo cargo de la plata que prometió Nación por los certificados que se debían. Los pagó con los pocos fondos que tiene disponibles, con cierta demora, pero se pagó”.
Si bien estas intervenciones permitieron mantener algunos puestos de trabajo, el ritmo fue inferior al esperado. “Se trabajó a un ritmo que no fue el deseado pero permitió mantener algunos puestos en las obras”, dijo Wallner, quien también se mostró pesimista de cara al futuro: “Estamos terminando los trabajos que se podían hacer y ya estamos en el invierno, así que el ritmo va a bajar. No sabemos cómo vamos a seguir la temporada que viene y hay una total incertidumbre”.
El panorama deja en evidencia una fuerte dependencia de la obra pública nacional y la falta de planificación que, según denuncian desde el gremio y el sector privado, pone en jaque la estabilidad laboral de cientos de trabajadores en la provincia.

















