







La asamblea del PRO bonaerense, que se reunió el viernes en la sede de San Telmo. habilitó a Cristian Ritondo, como titular del PRO en la Provincia de Buenos Aires, e incorporór al partido a un frente electora con LLA, a pesar de las objeciones que hubo de un sector importante del macrismo.


De esta manera se consolidó el acuerdo con el mileinismo y el PRO llegará a las urnas bonaerenses en casi las mismas condiciones que lo hizo la Unión Cívica Radical durante Juntos por el Cambio: como furgón de cola y con poco margen de acción. Se habla incluso de “lugares muy retrasados en las listas” para la dirigencia amarilla.
El PRO tenía la clara seguridad que tras una victoria en CABA las condiciones para dar la pelea en la provincia de Buenos Aires iban a estar a su favor. Sin embargo, el partido amarillo, muy acostumbrado a las victorias porteñas, no preparó un plan B. Y tras la categórica derrota en los comicios del pasado 18 de mayo comenzó a desmenuzarse en varias partes.
La victoria de La Libertad Avanza en CABA modificó la estrategia y el PRO se vio empujado a una situación que un breve tiempo atrás pocos auguraban: anexarse a los libertarios no solo para poder ser parte de la pelea en las elecciones bonaerenses del próximo 7 de septiembre sino también para sobrevivir.
«Dimos un paso clave para construir un frente que frene al populismo en la Provincia (…) Lo venimos trabajando con seriedad, sin improvisaciones ni especulaciones personales. Todos los que participamos hoy tenemos en claro que hay un objetivo común: ganar la elección del 7 de septiembre para devolverle a los bonaerenses el orden, la seguridad y el progreso que el kirchnerismo les quitó durante años», señala el texto que se acordó.
“Quiero agradecer a todos los miembros del PRO por apoyar la continuidad de esta construcción de cambio. Como vengo sosteniendo hace meses, el para qué está por encima de cualquier sello. Cuando uno tiene un norte claro y definido, no hay excusas”, publicó Ritondo, una figura cuestionada dentro del partido por su cercanía a LLA pero que hasta ahora salió victorioso en sus aspiraciones.
La parte importante del pacto marca que los libertarios se quedarán con el nombre y que absorberán al PRO. Los intendentes, incluso, ceden en esta cuestión. “El nombre de una alianza no cambia la pertenencia. Incluso puede servir hoy llevar una marca que funciona como moda, después veremos quiénes son los que quedan”, le dijo a DataClave uno de los jefes comunales en cuestión.
La secretaria general de la presidencia, Karina Milei, fue contundente con el armado violeta, Sebastián Pareja: “No hay margen de negociación: La Libertad Avanza o nada”. Desde el PRO ya asimilaron la derrota en los puntos principales del acuerdo. Saben que no serán los que más midan los que se pondrán al frente de las listas.

















