







Las relaciones entre el presidente Javier Milei y los gobernadores provinciales atraviesan uno de sus momentos más tensos desde el inicio del mandato. Lo que terminó de cortar los lazos fue la escasa convocatoria al acto del 9 de Julio, lo que desató varias advertencias.


Según Javier Milei, hay una clara intención de perjudicar al Gobierno Nacional, pero advirtió que responderá con firmeza. "Jodan todo lo que quieran: los espero el 11 de diciembre", lanzó el presidente, quien agregó: "Todo el daño que puedan hacer va a tener un impacto transitorio. Después de que los aplastemos en las elecciones yo vuelvo a poner las cuentas fiscales en orden a la brevedad".
Desde Casa Rosada se venía trabajando con cierta prudencia en el vínculo con las provincias. Asesores cercanos como Santiago Caputo y Guillermo Francos insistían en mantener un tono conciliador. Sin embargo, Javier Milei acusó a todos los mandatarios, sin distinción de color político, de conspirar contra su administración.
"Supongamos que me rechazan el veto, yo lo voy a judicializar. No va a tener efecto en el gasto público ni en la cantidad de dinero. Lo que sí va a generar es que transitoriamente te va a subir el riesgo país, te va a mover un poquito el tipo de cambio y entonces la economía se va a expandir a un ritmo menor y la inflación va a bajar a un ritmo menor", afirmó.
Parte del enojo presidencial también se explica por el avance de un proyecto que busca coparticipar fondos clave. Este jueves, el Senado podría tratar esta iniciativa, junto con otras como la moratoria previsional, aumentos a jubilados y fondos para personas con discapacidad, todas medidas resistidas por el Ejecutivo.
“Quieren destruir al Gobierno Nacional porque, en el fondo, lo que prueba lo que estamos demostrando que lo que se hizo en la economía argentina en los últimos 100 años está mal y que generó un negocio enorme para el partido del Estado”, expresó Javier Milei.

















