







Las acciones argentinas que cotizan en la bolsa de Wall Street registraron este jueves una jornada marcada por fuertes retrocesos, con pérdidas superiores al 10% en algunos papeles. El sector bancario encabezó las bajas, siendo Supervielle el más golpeado con un desplome del 11,7 %, seguido por Grupo Galicia (-5,8 %) y Banco Macro (-5 %). En el segmento de renta fija, la mayoría de los bonos en dólares operó a la baja, mientras que el riesgo país subió hasta los 722 puntos básicos.


El mal clima bursátil se profundizó tras la última licitación de deuda del Gobierno, que apenas logró renovar el 61% de los vencimientos, equivalentes a $15 billones de dólares, situación que se reflejó en el mercado internacional. Esta situación dejó un excedente de pesos en el mercado, por lo que el Banco Central y el Tesoro anunciaron medidas para absorber liquidez y evitar presiones inflacionarias, lo que provocó una reacción negativa en la bolsa de Wall Street.
El analista financiero Gustavo Ber explicó que los inversores están en pleno proceso de interpretación de los cambios recientes en la estrategia económica oficial. "El mercado evalúa las implicancias de estas decisiones y la posibilidad de una normalización de las tasas", afirmó. El contexto internacional también contribuyó al nerviosismo, ya que en Estados Unidos un nuevo dato de inflación mayorista mostró una aceleración de los precios.
Wall Street lleva dos días de bajas al hilo para acciones argentinas.
En el frente cambiario, la jornada mostró un comportamiento mixto. El dólar oficial retrocedió $15 y se vendió a $1310 en el Banco Nación, mientras que el mayorista cerró en $1298. En cambio, los dólares financieros registraron avances: el MEP subió a 1.324,73 pesos y el contado con liquidación a 1.325,22 pesos. Por su parte, el dólar blue operó en 1.330 pesos, con una baja de diez pesos respecto al día anterior. Esto demuestra que, pese a los números de Wall Street, los mercados bursátiles en Argentina se movieron de manera diferente.
Ber advirtió que, cuando las tasas dejen de ser tan elevadas, podría reducirse la oferta de divisas y aumentar la demanda de dólares, especialmente en un contexto electoral. Este factor, sumado a la inestabilidad externa y a la incertidumbre sobre la política económica, mantiene la cautela entre los inversores, quienes miran con preocupación la combinación de factores que llevó a esta abrupta caída en las acciones argentinas en la bolsa neoyorquina.

















