


Es oficial: se designó a un nuevo director del Instituto Nacional de Medicamentos tras el escándalo del fentanilo
Actualidad23/08/2025




Después del escándalo sanitario que sacudió al país y dejó un saldo trágico de 96 muertes, el Gobierno decidió mover piezas en la cúpula del Instituto Nacional de Medicamentos (INAME), organismo clave que depende de la ANMAT y que se encarga de velar por la calidad y seguridad de los fármacos que circulan en la Argentina.


La medida se oficializó este viernes a través del Boletín Oficial y marca la salida de Gabriela Mantecón Fumado, quien estaba al frente del Instituto Nacional de Medicamentos, para dar paso al bioquímico Gastón Morán. El nuevo titular asume con la misión de recuperar la credibilidad de un organismo golpeado por las críticas y bajo la lupa de la Justicia.
El recambio llega luego de que se conociera que Mantecón Fumado archivó un informe técnico clave que había detectado serias irregularidades en los laboratorios HLB Pharma y Ramallo. La advertencia, elevada en marzo de este año, señalaba la fabricación de medicamentos sin autorización, distribución de productos no registrados y la existencia de lotes que nunca habían sido aprobados por la ANMAT. A pesar de la gravedad de las observaciones, no se abrió ningún expediente ni se ordenaron medidas de control.
Ese silencio administrativo tuvo consecuencias. En diciembre de 2024 se elaboró el lote 31202 de fentanilo contaminado, vinculado con la mayoría de las muertes registradas. Hoy, el episodio es parte de un expediente judicial que ya tiene 24 imputados, entre ellos integrantes de la familia García Furfaro, responsables de los laboratorios señalados, además de técnicos que participaron en la producción irregular.
En este contexto, la llegada de Morán busca dar un giro. Su currículum muestra que fue residente en la ANMAT, jefe de distintos departamentos dentro del INAME y ocupó cargos de peso en la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos y en el Ministerio de Salud. Hasta hace unos días, era director de Evaluación y Control de Biológicos y Radiofármacos.
Con su designación, el Instituto Nacional de Medicamentos queda en manos de un profesional con experiencia en la regulación de fármacos, lo que genera expectativa en el sector. Sin embargo, el desafío es recomponer la confianza perdida, garantizar controles más estrictos y evitar que se repita una tragedia que expuso las fallas de ese sistema.

















