El Senado convirtió en ley el financiamiento universitario y los aumentos para el Hospital Garrahan

El Gobierno de Javier Milei sufrió un nuevo revés. En una jornada extensa, el Senado rechazó cinco decretos de desregulación y, al mismo tiempo, sancionó la ley que declara la emergencia pediátrica por un año, con foco en garantizar recursos para hospitales de referencia, como el Garrahan. La norma fue acompañada por una amplia mayoría.

El clima en el recinto estuvo marcado por cruces duros y chicanas, pero al final lo que se impuso fue la agenda sanitaria y educativa. La ley de emergencia pediátrica apunta a reforzar insumos críticos, medicamentos, infraestructura y salarios del personal de salud, con el Garrahan como emblema de la atención infantil en el país. Desde distintos bloques remarcaron que la situación sanitaria no puede esperar y que el Congreso debía actuar con rapidez.

El impacto fiscal calculado hasta fin de año ronda los 65 mil millones de pesos, una cifra que la oposición considera manejable frente a la necesidad urgente de hospitales y centros de atención pediátrica. Además, la norma exime del pago de Ganancias a guardias médicas y horas críticas. Sin embargo, el oficialismo insiste en que no existe financiamiento genuino para esta medida y reitera que Milei vetará la iniciativa.

Mientras tanto, la Cámara alta rechazó los varios decretos que buscaban transformar organismos históricos como el INTI, el INTA, Vialidad Nacional y varias entidades culturales. Con el voto negativo, quedaron sin efecto y significaron una derrota política clara para La Libertad Avanza.

En el mismo paquete también se cayó la reforma sobre la Marina Mercante, que pretendía abrir el cabotaje a banderas extranjeras, y la modificación del Banco Nacional de Datos Genéticos, una medida cuestionada por organismos de derechos humanos.

La aprobación de la emergencia pediátrica y de la ley universitaria muestra que el Congreso decidió plantarse frente al ajuste. En el centro de la discusión aparece el Garrahan, convertido en símbolo de la urgencia sanitaria y del reclamo por más recursos en la atención infantil. Con este escenario, todo indica que se avecina una nueva pulseada entre el Congreso y el Ejecutivo.