Neuquén: Figueroa en Houston y el cumpleaños de la provincia

Neuquén15/09/2024
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Dos eventos llenaron todos los casilleros en la agenda de la semana.  El gobernador Rolando Figueroa expuso en la ciudad de Houston (EEUU) durante el encuentro organizado por el Instituto Argentino de Petróleo y Gas.  El intendente neuquino, Mariano Gaido, celebró el aniversario número 120 de la capital con inauguraciones, eventos culturales y actividades deportivas.

El mandatario provincial insistió con la red conceptual que suele desplegar ante potenciales inversores para Vaca Muerta. La militancia de Figueroa para acelerar el despegue definitivo en Vaca Muerta forma parte de su gestión cotidiana.  Nuevamente en Houston, capital energética del mundo, resaltó sus ideas fuerza.  “Vamos a competir con los mejores del mundo."  se envalentonó Figueroa ante un auditorio completo que escuchaba con atención.  "Si generamos mayor cantidad de recursos y vamos reinvirtiendo las ganancias de gas y petróleo, vamos a salir más rápidamente del cepo." completó el gobernador neuquino.

Pero las intenciones de Figueroa van más allá de la rentabilidad inmediata en los hidrocarburos.  El sello distintivo de su discurso lo aportan conceptos algo extraños a la lógica de maximización empresarial estándar.  Figueroa insiste en la dimensión social del desarrollo regional.  “Tenemos objetivos distintos” aclaró a quienes deciden sobre el desembarco, la inversión y reinversión de dólares en la industria.  Se refería a “la sustentabilidad social” que pone sobre la mesa en cada encuentro público y privado con los representantes del poder económico.  "Para nosotros el objetivo es que nuestra gente esté mejor y en ese sentido estamos trabajando."  finalizó.

La ecuación para el gobernador neuquino parece clara.  Las inversiones en Vaca Muerta deben llegar de la mano de la del desarrollo armónico hacia una provincia “más justa”.  “No sirve ordenar sin distribuir”.  En el frente neuquinizante saben que la expectativa de cambio generada el último 16 de abril está presente en la ciudadanía.  Los años bonanzas para pocos es tal vez uno de los motivos de la derrota del sexagenario Movimiento Popular Neuquino.  Fueron años de despegue económico en franco contraste con el crecimiento del déficit en la prestación de las funciones esenciales del Estado.  Educación, salud, seguridad, infraestructura y diversificación productiva se disolvieron en el tiempo, mientras la provincia alcanzaba, en más de un periodo, bonanzas significativas.

De allí que el discurso de la coalición gobernante insista en la necesidad de “ordenar y redistribuir”.  La provincia rica con la población pobre, lema de campaña neuquinizante caló profundo en el electorado neuquino y la “sustentabilidad social” emergió también como una necesidad política frente a las expectativas de un cambio de rumbo.  Aunque el resto del programa es conocido.  Neuquén necesita estabilidad macroeconómica, seguridad jurídica y “una administración seria de los recursos”.  Nada que escape a lo obvio en cualquier país que pretenda recibir la confianza de los grandes capitales y traducir su potencial en inversión extranjera directa.

El discurso de Figueroa absorbe dos objetivos claros.  Seducir a inversores y al conjunto de los neuquinos al mismo tiempo.  Dos mundos no siempre conectados. Una tensión que podría encontrar una relación “win-win” entre empresarios, sociedad y gobierno. Requiere que los efectos de la riqueza neuquina alcancen, aunque sea en forma paulatina, la inclusión de toda la población en la percepción de beneficios.

Mientras tanto, la ciudad de Neuquén alcanzó sus 120 años de existencia.  Los festejos extendidos durante el mes de septiembre incluyeron la inauguración de la avenida Necochea, anuncios de obras por 125 mil millones de pesos, un plan de asfalto que alcanzará las tres mil cuadras pavimentadas y el desarrollo de dos nuevos barrios en la capital provincial.  A los anuncios del líder capitalino se sumó el gobernador provincial, quien anticipó la culminación del pavimento en calle Futaleufú.  Una especie de puente de la rinconada local que conlleva el naufragio de reiterados anuncios.

En medio de las celebraciones, a modo de aguafiestas, el ministro de economía nacional, Luis Caputo, firmó una polémica resolución.  Las boletas de servicios como la luz, el agua y el gas ya no podrán incluir tasas ajenas al insumo que ofrecen.  La noticia cayó como un balde de agua fría en las provincias y municipios que utilizan esa metodología para sostener niveles de cobrabilidad adecuados, sobre todo en tiempos de recesión.  Veinticuatro horas más tarde, Gaido adelantó que el municipio neuquino seguirá cobrando servicios de la misma manera, enrostró a los libertarios la percepción de impuestos federales como el IVA y recordó a la casa rosada las deudas que la nación tiene con Neuquén.  Todo terminará judicializado y serán las máximas autoridades del poder judicial de la nación las que deberán dirimir un nuevo conflicto de facultades y autonomías entre los distintos estamentos del Estado.

Más allá del sinsabor, la ciudad de Neuquén continúa festejando su aniversario, las cuentas municipales gozan de buena salud y la legitimidad del intendente capitalino se mantiene en alza.  Mientras tanto, por qué no decirlo, la pregunta por la sucesión en el palacio municipal es parte de las charlas habituales en los pasillos de la política neuquina.  Una de las tantas incógnitas que le quedan por delante a la lucha por el poder en la provincia de Vaca Muerta.

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