El juez de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda se despidió ayer del máximo tribunal y reiteró sus cuestionamientos al gobierno del presidente Javier Milei, al asegurar que el país no puede quedar a "la deriva de hombres que se creen proféticos" y "ponen en riesgo la convivencia democrática".
"No podemos renegar de 300 o 400 años de civilización ni quedar a la deriva de los hombres que, en estos momentos, hacen culto a la personalidad, se creen proféticos y ponen en riesgo las instituciones de la convivencia democrática", sostuvo Maqueda al brindar un discurso en el Patio de Honor del Palacio de Justicia.
En su despedida, el ministro de la Corte, que se retira a fin de año del máximo tribunal, afirmó que "aunque parezca fuera de moda, tenemos que defender las instituciones de la democracia, la república y el Estado de derecho" en momentos en que "corren serios riesgos".
Según se informó en un comunicado, Maqueda se pronunció de esta manera ante la presencia del presidente de la Corte y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti; el vicepresidente del Máximo Tribunal, Carlos Rosenkrantz; autoridades judiciales, magistrados de distintos fueros, representantes del ámbito académico, funcionarios y empleados de la Corte.
En tanto, luego de agradecer a Rosatti y a Rosenkrantz; a quienes lo acompañaron a lo largo de sus más de dos décadas como miembro del tribunal; y al personal del Palacio, Maqueda instó a "sostener los pilares de la división de poderes y la independencia del Poder Judicial".
Asimismo, advirtió que actualmente la "moderación" fue "dejada de lado" y "hoy se transiten los extremos", al tiempo que sostuvo que desde el Poder Judicial se debe "volver a la prudencia" para "con independencia e imparcialidad, dejar sentada nuestra defensa de las instituciones", dijo ante más de 500 personas.
Previamente, Rosatti había definido a Maqueda como "un gran juez y hombre republicano", y resaltó que "se va por la puerta grande" y lo consideró "una referencia y guía" para sus pares y una "voz siempre escuchada, respetada, ponderada y sabia".
El Gobierno hará un último intento para acordar con la oposición los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para sumar nuevos integrantes a la Corte Suprema, pero de no haber avances recurrirá a nombrarlos por decreto.
"Hoy queremos hacer más esfuerzos para lograr los consensos.
Tenemos un mes de changüí porque está la feria judicial", reveló ante la Agencia Noticias Argentinas una alta fuente involucrada en el tema, que evalúa que se aborde esta cuestión en febrero, en unas eventuales sesiones extraordinarias.
Pese a la predisposición al diálogo, no se descartan la posibilidad de avanzar en los nombramientos en comisión, de dilatarse las conversaciones y de no conseguir los dos tercios necesarios para su aprobación en la Cámara de Senadores.
La decisión del Poder Ejecutivo de sumar dos miembros al máximo tribunal, que desde el 29 de diciembre funcionará con tres integrantes por la salida de Juan Carlos Maqueda, es innegociable.
En la actualidad, el máximo tribunal está integrado por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Maqueda, hasta su salida a finales de diciembre por haber alcanzado los 75 años.
Otro de los puntos inamovibles es el de los nombres propuestos por el presidente Javier Milei y que, hoy, pese a la tarea del viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, no sumaron los respaldos necesarios para su aprobación en el Senado.
"No hay ningún escenario en el que cambiamos o retiramos los pliegos", dijeron las fuentes, y agregaron: "No tenemos problema de discutir una futura ampliación".
La segunda de las vías que se baraja es la de avanzar con nombrar a Lijo y a García Mansilla por decreto, sin la necesidad de intervención del Senado.