Neuquén: En un incendio forestal en Butaco, los bomberos lucharon contra las llamas a solo metros de viviendas

Un voraz incendio forestal se desató el sábado, 31 de agosto, en el paraje Butaco, ubicado a 15 kilómetros de la localidad de Barrancas, en el norte de Neuquén, lo que afectó una vasta zona de campos y chacras. Las llamas, que comenzaron en las alturas de los cerros, se extendieron rápidamente y llegaron peligrosamente cerca de viviendas particulares, lo que generó gran preocupación entre los vecinos y productores del área.

Según publicó el portal “Mejor Informado”, el jefe del cuerpo activo de la Central 32 de Barrancas, Máximo Andrés Pardo, relató que el incendio comenzó en la tarde del sábado, alrededor de las 18:00 horas, aunque se presume que pudo haberse iniciado mucho antes en una chacra de grandes dimensiones. Desde ese momento, los bomberos de Barrancas trabajaron arduamente para controlar el fuego, en una tarea que se prolongó durante toda la noche.

A las labores iniciales de los bomberos de Barrancas, se sumaron desde las 19:00 horas los efectivos de la Central 27 de Buta Ranquil, para conformar un equipo de aproximadamente 19 bomberos. A pesar de sus esfuerzos, el incendio continuó en avance y quemó varias hectáreas de campo, donde también estaban  en riesgo la seguridad de las viviendas cercanas.

El operativo se extendió hasta las primeras horas del domingo, con los bomberos que lograron finalmente controlar el avance del fuego. Pardo destacó que, a pesar de la magnitud del incendio, lograron evitar que las llamas alcanzaran las viviendas, deteniéndose a menos de 50 metros de las estructuras. No obstante, el trabajo de los bomberos continuó hasta el mediodía del domingo para asegurar que no quedaran focos activos que pudieran reavivar el incendio.

El trabajo coordinado de las dos dotaciones fue crucial para proteger la integridad física de los habitantes de la zona y mitigar los daños materiales. Sin embargo, la situación dejó en evidencia la vulnerabilidad de la región ante este tipo de desastres, en una zona donde los campos y las chacras representan no solo un modo de vida, sino también la fuente principal de sustento para muchas familias.