La producción de gas natural en la vasta formación de Vaca Muerta está en auge, pero la capacidad limitada de los gasoductos y un nuevo enfoque gubernamental de mercado libre para financiar la infraestructura podrían obstaculizar que el país se convierta en un importante exportador de gas en la próxima década.
Se estima que Argentina necesita inversiones por 58.000 millones de dólares en gasoductos nuevos o mejorados, plantas de procesamiento y terminales de exportación para manejar la creciente producción de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas de esquisto más grande del mundo. Sin embargo, el presidente libertario Javier Milei ha reemplazado la inversión directa del Estado en infraestructura de gas por incentivos fiscales, marcando un cambio radical con respecto a sus predecesores.
Cambios en la estrategia y objetivos a largo plazo
El gobierno de Milei tiene como meta exportar 15.000 millones de dólares anuales en gas natural licuado (GNL) para 2032, partiendo de una base actual de cero.
“Antes, todos los proyectos de gas eran obras públicas estatales. Ahora eso ya no es una opción”, explicó Daniel Dreizzen, exsecretario de planificación energética y director de Aleph Energy.
El más reciente gasoducto de Argentina, construido con un costo de 710 millones de dólares gracias a fondos del Estado y del Banco de Desarrollo de América Latina, fue inaugurado este mes. Según el gobierno, este será el último proyecto financiado directamente por el Estado.
A pesar de la reciente reducción de la inflación y del riesgo país bajo el mandato de Milei, muchos inversores permanecen cautelosos, temiendo un eventual retorno al intervencionismo de los gobiernos peronistas, que en el pasado fijaron precios y quebraron contratos internacionales.
Infraestructura y demanda global
Desde 2018, la producción de gas de Vaca Muerta se ha quintuplicado hasta alcanzar cerca de 100 millones de metros cúbicos por día (MCM/día). Sin embargo, la capacidad de transporte actual de Argentina es de aproximadamente 130 MCM/día, insuficiente incluso para satisfacer la demanda doméstica y regional, según Daniel Ridelener, presidente de Transportadora de Gas del Norte (TGN).
Para cumplir con los planes de exportación de GNL, se necesitaría ampliar los gasoductos en 40 a 130 MCM adicionales por día y construir terminales de exportación. Empresas como TGS han propuesto proyectos, como una expansión de 14 MCM/día desde Vaca Muerta con un costo de 700 millones de dólares, aunque todavía están pendientes de aprobación gubernamental.
Proyectos de GNL: oportunidades y escepticismo
YPF, en asociación con Pan American Energy, planea utilizar barcazas flotantes de GNL a partir de 2027. Sin embargo, el proyecto más ambicioso es Argentina LNG, una planta en tierra de 55.000 millones de dólares en sociedad con Petronas, diseñada para producir 30 millones de toneladas métricas anuales para 2032.
Según Alex Jones, analista de Energy Aspects, las barcazas flotantes parecen más viables que el megaproyecto Argentina LNG, que considera un “lanzamiento al aire” en términos de probabilidad de éxito. A esto se suman las tensiones reportadas entre YPF y Petronas sobre los términos del proyecto.
Por otro lado, Shell ha mostrado interés en este terminal de exportación. Durante una conferencia en Neuquén, el vicepresidente senior de Shell, German Burmeister, destacó que los activos de Vaca Muerta son “técnicamente competitivos”, pero subrayó la necesidad de mayor infraestructura, incluyendo carreteras, y la eliminación de restricciones cambiarias. “El mundo hablará más de Vaca Muerta cuando seamos un país más creíble y confiable”, afirmó.
Perspectivas futuras
Aunque el interés de empresas como Shell y Pan American Energy es un buen augurio para el desarrollo del sector, los inversores internacionales esperan la eliminación de los controles cambiarios y resultados favorables en las elecciones legislativas de 2025 antes de comprometerse con proyectos de largo plazo. Mientras tanto, el desarrollo de Vaca Muerta continúa siendo clave para posicionar a Argentina en el competitivo mercado global del gas natural.