Neuquén: Ficha limpia, la cruzada contra la corrupción y la disputa electoral

Neuquén30/03/2025
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La cruzada por la transparencia encontró esta semana en la legislatura un nuevo puerto de paso. El proyecto Ficha Limpia que el gobernador Rolando Figueroa envió a los diputados en enero, fue finalmente aprobado por amplia mayoría. A excepción del peronismo y la izquierda, todo el arco político acordó en la necesidad de purgar la política neuquina. Se trata del proyecto más exigente del país. De las nueve provincias que ya tienen aprobadas iniciativas similares, Neuquén es la única que incluye a los funcionarios del ejecutivo y que agregó carácter vitalicio a la prohibición de ocupar cargos públicos a los condenados.  Un paso necesario en la inmensa tarea de trasformar las prácticas grises naturalizadas durante tantos años en la provincia.

La lucha contra la corrupción es, sin más, un intento de modificar el know how de aquellos dirigentes, empresarios y sindicalistas que entienden el recurso público como una oportunidad de “hacer negocios seguros” sin más riesgo ni mérito que estar cerca del poder.

La máxima de ordenar el Estado que predica y ejecuta la coalición Neuquinizate es, además de una necesidad económica, una cruzada moral. Se inscriben en la agenda la purga de los empleados que cobran sin ir a trabajar, los excesos en los precios de la obra pública, el clientelismo político, el nepotismo y el federalismo partidario hacia los municipios. Se trata también de un activo político de cara a una sociedad que comienza a obtener conciencia de su propiedad sobre los recursos que administra el sector público.

De allí que el gobierno neuquino le pida bajar los precios a las constructoras so pena de abrir la competencia, despida funcionarios sin funciones, exija la presentación de declaraciones juradas a los funcionarios, se proponga recuperar viviendas extrañamente nunca cobradas, exija la presentación de declaraciones juradas y modifique la relación con los municipios a través del proceso de regionalización y el recupero financiero de las obras locales. “¡Están exagerando!”, se escuchó refunfuñar a un diputado de la vieja escuela que no lograba obtener tickets de cortesía para el evento automovilístico que se lleva adelante este fin de semana en el autódromo de Centenario. Otro espectáculo deportivo que dejó de ser financiado por el Estado provincial y pasó a manos privadas.

Pero tal vez el contraste más significativo lo aporta la transformación de la asistencia social en programas de empleo. La acción social directa es el más viejo y conocido mecanismo utilizado por la política para privatizar el recurso público y financiar, clientelismo mediante, las estructuras partidarias. En Neuquén, el “escándalo de los planes sociales” marcó un hito en esa práctica institucionalizada. El programa Emplea Neuquén, que transforma la trasferencia directa de recursos en gestión para la obtención de trabajo, materializa de hecho, la intención de transparentar la administración pública provincial.

Se trata de avances punzantes contra una matriz que ha moldeado el comportamiento de dirigentes de los más diversos signos políticos durante años en la provincia.

Una cuestión política

La lucha contra la corrupción admite al mismo tiempo una lectura política. La corrupción dejó de ser un anhelo adormecido y resignado en el conjunto de la sociedad. Buena parte de los últimos resultados electorales a nivel nacional y provincial se explican por esta variable. Es parte inescindible de los discursos que enarbolaron los libertarios para llegar a la casa rosada y de la prédica con la cual el armado Neuquinizate alcanzó la gobernación en la provincia. Es también un problema político de difícil resolución para el peronismo ligado a los últimos gobiernos nacionales.

La agenda del año electoral tendrá a la transparencia entre las demandas más importantes de los electores. El traspié del presidente Milei con el “caso $Libra” echó un manto de dudas sobre una de las banderas más sólidas que el proyecto nacional había logrado izar ante la opinión pública. Buena parte de las consultoras políticas más importantes coinciden en que la imagen del presidente ingresó en su primer degradé tras el escándalo. Una ventaja para la coalición neuquina en la disputa por ese electorado compartido que eligió al libertario en las últimas elecciones presidenciales y a Rolando Figueroa para gobernar la provincia. Sin ley nacional vigente, la ficha limpia recaerá en octubre, en la libre consideración de los ciudadanos ante las urnas.

 
 

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